Los factores de innovación y sofisticación, de acuerdo con el Índice de Competitividad Global 2016-2017, son cada vez más determinantes para la productividad. Es por ello que, las economías menos innovadoras tienen el reto de avanzar en dos áreas de manera simultánea: la relacionada a inversiones en innovación y sofisticación de procesos, y además en los pilares básicos (como educación, infraestructura y capacitación).

De acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), si se continúa en espera de resolver los rezagos característicos de las economías emergentes, será imposible cerrar la brecha de innovación en el mediano y largo plazo. Para México, significa mejorar la eficiencia de las políticas laborales, los rezagos en la capacitación técnica y en educación básica, así como incrementar la inversión en innovación, y mejora en la forma de adopción de la tecnología en los procesos y mercados.

Los gobiernos están haciendo de la innovación un factor clave en las agendas políticas de hoy, al reconocer su potencial para promover el crecimiento económico y hacer frente a los desafíos sociales y ambientales. Sin embargo, algunas economías enfrentan “brechas” de innovación significativa, principalmente, como resultado de una variedad de restricciones vinculantes. El generar caminos de desarrollo que ayuden a superar estas limitantes, forma parte del desarrollo de las políticas de innovación. Es por esto, que la innovación juega un papel clave en la economía y la sociedad, contribuyendo al crecimiento y el empleo, así como ayudar a abordar los desafíos sociales y ambientales.

De acuerdo con la OCDE, la innovación es la implementación de un producto nuevo o significativamente mejorado (bien o servicio), o proceso, un nuevo método de comercialización, o un nuevo método organizativo en las prácticas comerciales, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores. (OCDE, 2005)

La innovación puede ser caracterizada por varias dimensiones que incluyen:

Grado de novedad,
Tipo de innovación (productos y procesos),
Impacto de la innovación radical e incremental y
La fuente de la innovación (tecnológica y la no tecnológica).
La innovación es importante para el crecimiento de nuevas tecnologías en todas las etapas de desarrollo, especialmente mediante la creación y difusión; diferentes tipos de innovación desempeñan diversas funciones en las diferentes etapas de desarrollo.

Las políticas que desarrollen los países para promover la innovación han de ser eficaces, reflejando el camino por donde se debe avanzar. Desarrollar y transformar inventos exitosamente en innovación exige una gama de actividades complementarias, como pueden ser, cambios organizativos, capacitación a nivel de las empresas, mercadotecnia y diseño.

La ciencia es un elemento fundamental de la innovación; aunque la innovación ahora abarca mucho más que I&D. La innovación en muy pocas ocasiones, ocurre de manera aislada; es un proceso multidisciplinario y extremadamente interactivo que implica una mayor colaboración de una variada red de interesados directos, instituciones y usuarios cada vez mayor. Estos y otros cambios en el proceso de innovación, han de constituir un desafío para las estructuras normativas nacionales actuales.

El desarrollo de nuevas políticas públicas de innovación, requiere dejar atrás las políticas para la oferta que se centran en la I&D y en tecnologías específicas, ampliándose a un método más sistémico que tenga presente los factores y participantes que influyen directamente en el desempeño de la innovación. El objetivo de la política pública, además de contemplar a la innovación como tal; se tiene que direccionar hacia el mejoramiento de la vida de la gente y de la sociedad en general.

Para el presente estudio, se llevó a cabo un compendio de índices globales que evalúan el desempeño de las economías mundiales, que integran dichos índices y que impactan de manera directa en la Innovación del país.

1. Investigadores
2. Gasto Interno Bruto en I&D como % del PIB
3. Ranking de Universidades QS, *
4. Acceso a las TICS
5. Uso de las TICS
6. Empleo en conocimiento intensivo*
7. Gasto en I&D de las empresas, como % del PIB
8. Gasto en I&D financiado por la industria, %
9. Colaboración Universidad/Industria en investigación
10. Financiamiento de gasto en I&D extranjero, %
11. Gasto en software para computadoras, %PIB
12. Patentes

A continuación, en la siguiente gráfica, se observa el desempeño de México desde el año 2011 al 2016, de acuerdo con el “The Global Innovation Index” del Foro Económico Mundial (WEF) por sus siglas en ingles.

La gráfica está compuesta de 14 elementos que conforme al Global Innovation Index del 2016 muestran un grado de avance en materia de egresados de ingeniería de las universidades y un avance importante en el desarrollo de Clusters. En contraste se ha perdido posiciones en el gasto en I+D que efectúan las empresas como porcentaje del PIB, y en el gasto en I+D financiado por las empresas.

En el marco de la innovación, existe una estrecha relación con el índice de competitividad y el índice de innovación. Al respecto, el Foro Económico Mundial, publica informes que examinan en detalle una amplia gama de temas globales, entre los que se encuentran el “The Global Competitiveness Report” (GCR, por sus siglas en inglés) y el “The Global Information Technology Report” (GITR, por sus siglas en inglés). En el siguiente gráfico, se incluyen los índices de competitividad y del uso de la tecnología de 100 países.

En la gráfica se aprecia la relación que existe entre el uso de la tecnología y la competitividad, a mayor uso de la tecnología (TIC), mayor grado de competitividad se registra en los países. En lo que se refiere a México, en cuanto al GITR se encuentra en el ranking 76 y en el ranking 51 del GCR, con cifras actualizadas del 2016. Los países que se ubican más cerca del nacimiento de los ejes, son los que registran un nivel de mayor competitividad y un mayor uso de las TIC.

Los investigadores dedicados a investigación y desarrollo son profesionales que se dedican al diseño o creación de nuevos conocimientos, productos, procesos, métodos o sistemas, y a la gestión de los proyectos correspondientes. Se incluyen los estudiantes de doctorados (nivel 6 de la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación, CINE 97) dedicados a investigación y desarrollo.

En este indicador se muestra el total de investigadores registrados en México y se realiza una comparación con Estados Unidos, Canadá y los países miembros de la OCDE.

Para el desarrollo de las sociedades, la ciencia, es uno de los factores más importantes. El diseño o creación de conocimiento y su aplicación en la vida diaria de las personas facilita el bienestar de una comunidad y permite que la gente adquiera una mejor calidad de vida. Para que esto sea posible, es necesario que los gobiernos inviertan en la creación de tecnología por medio del incremento en el número de investigadores y científicos, quienes se encargan de innovar y crear las nuevas tecnologías en beneficio de las personas.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), en su “Informe de la UNESCO sobre la Ciencia. Hacia 2030”, hay alrededor de 7.8 millones de científicos ingenieros y son cinco los países a nivel mundial los que concentran el 72%. La Unión Europea registra el mayor número de investigadores con el 22.2%, le sigue China con el 16.7%, Estados Unidos con el 16.7%, Japón con 5.8% y Rusia con el 5.7%. En México, el número de investigadores representan tan sólo el 0.6% del total mundial. A pesar de que México ha registrado un incremento en el número de investigadores en los últimos años, si lo comparamos con Argentina o Brasil, México aún sigue por debajo de éstos.

En México, de acuerdo con el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el número de investigadores ha crecido 26 por ciento desde el 2012, donde había registrados 18,500 y hoy, México tiene más de 25 mil científicos. Este grupo de científicos, de 2011 a 2016, ha publicado 108 mil 841 documentos científicos, los cuales han obtenido 444 mil 901 citas.

Este crecimiento en los últimos años en el número de investigadores, es el resultado del compromiso por parte de los distintos órdenes de gobierno para incentivar la creación, innovación e impulsar el crecimiento de la ciencia y la tecnología para el desarrollo y la construcción del futuro de México. Como parte de este compromiso, es que el pasado 3 de diciembre de 2015, se promulgó reformas a los artículos 40 Bis y 51 de la Ley de Ciencia y Tecnología y de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, con las que se permite a los investigadores del país, establecer relaciones privadas con empresas para el desarrollo de sus estudios sin que exista conflicto de interés.

Como parte de la estrategia de impulso a la ciencia, investigación y desarrollo tecnológico del Gobierno Federal, la inversión para investigación asciende a 239 mil millones, y se aprobó un monto de 91 mil 650 millones de pesos para el ejercicio 2016, lo que significó un incremento importante con respecto a los últimos años.

La calidad del sistema de investigación y desarrollo entre los países miembros de la OCDE, se refleja en el número de investigadores. Estados Unidos, por su parte, se encuentra dentro de los países que registran el mayor número de investigadores, debajo de Finlandia, Suecia y Japón y; muy por debajo se encuentra Canadá y México.

Lograr una sociedad avanzada y con una mejor calidad de vida, requiere de una mayor inversión para la investigación y desarrollo que permita generar un mayor número de científicos e investigadores.

Este indicador muestra la totalidad del gasto en I+D expresado como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB). El gasto nacional bruto en investigación y desarrollo total incluye; el gasto empresarial en I+D, el gasto de educación superior en I+D, el gasto público en I+D y el gasto del sector privado con fines no lucrativos en I+D. El indicador evalúa las inversiones clave en I+D que apoyan la futura competitividad y que traen como resultado un crecimiento del PIB.

El gasto en I+D representa uno de los principales motores para el crecimiento económico en una economía basada en el conocimiento. Como tal, las tendencias en el indicador de gasto en I+D aporta indicadores clave con respecto a la competitividad y a la riqueza futura de los países.
El gasto en Investigación y Desarrollo resulta esencial para llevar a cabo la transición hacia una economía basada en el conocimiento, así como para mejorar las tecnologías de producción y estimular el crecimiento.
El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), indica que “la investigación y el desarrollo es la piedra angular de la innovación. Una gran inversión en Investigación y Desarrollo (R&D, por sus siglas en inglés) indica un espíritu industrial poderoso y emprendedor, y las cifras de la OCDE, muestran a los países que gastan más —y menos— en este importante motor del crecimiento económico, que abarca tres actividades: la investigación básica, la investigación aplicada y desarrollo experimental”.

 

El promedio de inversión de la OCDE es de 2.40% del PIB.

Entre los países que menos invierten en investigación y desarrollo, sólo detrás de Rumania y Chile, se encuentra México, según un análisis del Fondo Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La inversión de México equivale a 0.43% del Producto Interno Bruto (PIB). Rumania gasta 0.39% y Chile 0.36%.

En contraste, Israel y Corea son los mayores inversionistas en Investigación y Desarrollo con 4.21% y 4.15% de su PIB respectivamente. Japón, Finlandia y Suecia completan el top 5 de las naciones que gastan más en este segmento.

Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia, aunque tienen niveles elevados, no rebasan 3% de su PIB.

 

El nivel TRL es una medida para describir la madurez de una tecnología. Su acrónimo procede del inglés Technology Readiness Level. Este concepto surge en la NASA, pero posteriormente se generaliza para aplicarse a cualquier proyecto y no sólo a los proyectos aeronáuticos o espaciales, desde su idea original hasta su despliegue comercial. Más en concreto un TRL es una forma aceptada de medir el grado de madurez de una tecnología. Por lo tanto, si consideramos una tecnología concreta y tenemos información del TRL o nivel en el que se encuentra podremos hacernos una idea de su nivel de madurez.

 

La utilización de los TRLs es una ayuda importante para definir el grado de madurez tecnológica cuando se quiere financiar una determinada línea temática que se quiere fomentar. Apoyar un proyecto en el que se aborden los 9 TRLs significa fomentar el desarrollo de una nueva tecnología desde su idea básica hasta su despliegue en el mercado. Si el focus se quiere poner en la investigación básica, la convocatoria de ayudas debería referir fundamentalmente a los tres primeros niveles (TRL 1 – TRL 3), mientras que si se pretenden abordar proyectos de desarrollo tecnológico se deberá insistir más en los cuatro siguientes (TRL 4 – TRL 7). Finalmente, los proyectos de innovación más cercanos al mercado y los proyectos de implantación y despliegue se contemplarían en los dos últimos (TRL 8 – TRL 9).

 

Es conveniente distinguir también entre un proyecto centrado en el desarrollo de una tecnología genérica, que se puede concretar después en múltiples proyectos para el desarrollo de un producto o servicio nuevo o mejorado, o en el desarrollo de un producto o servicio nuevo o mejorado que se encuentre basado en una tecnología cuyo grado de madurez se encuentre en alguno de los 9 niveles. Este último caso es en el que más frecuentemente nos encontraremos puesto que generalmente los proyectos abordan la realización de productos o servicios nuevos o mejorados y se desarrollan a partir de tecnologías que tienen un mayor o menor grado de madurez o disponibilidad (readiness).

 

Cuando se evalúe el carácter innovador de un proyecto es necesario distinguir bien entre estos dos conceptos:

 

1.- Por una parte y como no se trata de reinventar la rueda es conveniente tomar en cuenta el grado de madurez de las tecnologías que se utilizan o que directamente se incorporan durante el ciclo de vida del proyecto.
2.- Por otra parte, es necesario tener en cuenta los niveles de madurez que se abarcan durante el propio desarrollo tecnológico que se aborda en el proyecto.

 

Evidentemente, el riesgo que se afronta y por lo tanto el grado de innovación tecnológica y su valoración no pueden ser los mismos si los desarrollos se abordan a partir de tecnologías maduras o disponibles (mature or ready tecnologies), que si se abordan a partir de tecnologías incipientes (emerging technologies) o de vanguardia (breakthrough technologies) o si el propio proyecto consiste en el desarrollo desde el TRL 1 de una nueva tecnología rompedora (disruptive technology) hasta el TRL 9 Y por lo tanto hasta su despliegue en el mercado. Además, existe una interrelación entre las tecnologías que se usan durante el ciclo de vida del proyecto y el propio desarrollo tecnológico que se realiza durante la ejecución del mismo.

 

 

 

“En general, cuanto más inmaduras sean las tecnologías que se utilizan más riesgo se afrontará y más
desarrollo tecnológico propio se requerirá para llegar a la consecución de los objetivos planteados, por lo que
el riesgo del proyecto será mayor y en consecuencia también será mayor su carácter innovador.”

 

 

 

En definitiva, la idea que se pretende transmitir es que sería muy conveniente distinguir entre el grado de madurez de la tecnología que se incorpora o se utiliza en el marco de un proyecto y la tecnología que efectivamente se desarrolla como consecuencia de este y si el proyecto más allá del desarrollo de un producto, servicio o proceso nuevo o mejorado aporta algún valor añadido sobre el estado actual del arte en ese campo. 

NASA (Octubre,2012). Technology Readiness Level. NASA. Consultado el 18 de julio de 2016 en: https://www.nasa.gov/directorates/heo/scan/engineering/technology/txt_accordion1.html

 

 

Parece que, en el mundo de los negocios, sobre todo en el del emprendimiento, no se puede hablar sin mencionar la palabra “disrupción”. Y es que los startups más exitosos de la actualidad se han vuelto famosas por la capacidad que han tenido de crecer rápidamente gracias a la creación de nuevos mercados, dando paso a lo que se conoce como “innovación disruptiva”.

 Disrupción…

De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), esto quiere decir “rotura o interrupción brusca”, pero ¿interrupción de qué? En 

el caso de los negocios, esto pudiera interpretarse como una empresa que rompe con lo tradicional generando un nuevo mercado o atendiendo necesidades de clientes que no sabíamos que existían o que no se habían abordado de forma diferente.

Clayton M. Christensen, fue el primero en exponer sus ideas sobre la disrupción empresarial mientras daba clase en la Harvard Business School en 1995 donde desarrolló la teoría de la innovación disruptiva, que más tarde sería introducida en su libro “El Dilema del Innovador” (1997), el cual recibió el Premio Global Business Book de ese año y sirvió de inspiración para magnates como Steve Jobs.

 

Clayton M. Christensen, sostuvo que existen dos tipos de innovación:

1. La sostenible, que se lleva a cabo a través de las empresas grandes y establecidas que buscan optimizar un producto/servicio, que ya está siendo disfrutado por una amplia base de clientes actuales para generar mayor rentabilidad; y
2. La innovación disruptiva, que se enfoca en la creación de productos/servicios mucho más fáciles de usar, más baratos y con una producción mucho menos costosa, lo que permite a pequeñas empresas crear un nuevo mercado o interrumpir el existente, para reemplazar un producto establecido, es decir, se enfoca en las necesidades futuras del cliente. Esta última suele tener éxito entre aquellos que necesitan alternativas más baratas.

 

A pesar de que en un principio Christensen se refería a todo esto como tecnologías disruptivas, pronto cambió el término a innovación disruptiva, indicando que son pocas las tecnologías que son intrínsecamente disruptivas o sostenibles. En cambio, es el modelo de negocio que estas tecnologías ayudan a crear, el que tiene el mayor impacto disruptivo.

 

Christensen menciona que estos cambios que se introducen en cuanto a las tecnologías disruptiva, los emprendedores no tienen por qué ser radicalmente nuevos o difíciles desde la perspectiva tecnológica, sin embargo, sí se manifiestan dos características fundamentales:

 

1. Las nuevas empresas desarrollan un producto o servicio que se presenta con un rendimiento diferente (atributos, características o hasta la misma tecnología), que en principio no es tan valorado por los clientes existentes.
2. Las características que sí son conocidas por los clientes actuales mejoran tan rápidamente que el producto termina invadiendo el mercado establecido.

A pesar de que Christensen fue el primero en desarrollar la teoría, ha habido mucha polémica con lo que es identificable como innovación disruptiva y en la actualidad muchos expertos indican que el término abarca mucho más de lo que planteó Christensen en su momento y él mismo ha reconocido que hay casos que la teoría es modificable, pues en aquel entonces se basaba en industrias que no contemplaban la tecnología de la actualidad e incluso expertos señalan cómo algunos productos o servicios que no fueron de bajo costo, lograron tener éxito y calificarse como disruptivos.

 

 

 

Independientemente de la rigidez con la que deba tomarse el concepto, definitivamente ha habido cierto consenso en algunas estrategias y modelos de negocios que puedes aplicar para conseguir la disrupción en los mercados.

 

 

Un avance hacia lo digital en la Gestión de Documentos. 

• Accede a la gestión de tu modelo de gestión a un bajo costo
• Desde cualquier sitio de trabajo o geográfico accede a tu sistema documental en tiempo real de manera segura, ágil y eficiente.
• WEB cumple de manera irrestricta los requerimientos de las normas ISO para la gestión documental.
• Identifica y gestiona las no conformidades, la comunicación interna y externa e implementa acciones inmediatas y correctivas.
• Determina y selecciona oportunidades de mejora e implementa las acciones y cambios necesarios en el Sistema de Gestión de la Innovación.

Estructura sisicom.web

Panel de Control

• Registro de empresa
• Áreas
• Puestos
• Niveles de acceso
• Empleados

Control de Documentos

• Procesos
• Tipo de documentos
• Estructura del sistema documental
• Estructura de los documentos externos
• Asignación de documentos
• Carátula de los documentos
• Listado Maestro
• Documentos obsoletos
• Registros caducados

Usuarios

• Solicitud Alta de Documentos Internos
• Solicitud Alta de Documentos Externos
• Crear o modificar documentos
• Revisar documentos
• Aprobar documentos
• Capacitación
• Consulta Documentos
• Consulta Registros

No conformidades

• Control de Trabajo No conforme
• Comunicación Interna
• Comunicación Externa
• Acción Correctiva

Oportunidad de Mejora

• Identificación
• Planeación
• Propuesta
• Implementación
• Monitoreo

 

Gestión de la Innovación ISO 56002:2019

 

Información documentada

El Sistema de Gestión de la Innovación de la organización debe incluir información documentada requerida por los requerimientos de la ISO 56002.2019 y la necesaria para la efectividad del sistema de gestión de la innovación.

El alcance de la información documentada del Sistema de Gestión de la Innovación se puede definir por:

• el tamaño de la organización y el tipo de actividades, procesos, productos y servicios;
• la complejidad de los procesos y sus interacciones;
• la competencia del personal.

Al crear y actualizar la información documentada, la organización garantiza la apropiada identificación y descripción, el tipo de formato y la revisión/aprobación de idoneidad y adecuación.

La información documentada requerida por el Sistema de Gestión de la Innovación se controla para garantizar que esté disponible y sea adecuada para su uso, donde y cuando se necesite y que se encuentre adecuadamente protegida, por ejemplo: por pérdida de confidencialidad, uso indebido o pérdida de integridad.

Para el control de la información documentada, la organización aborda actividades como: distribución, acceso, nivel de confidencialidad, recuperación y uso; almacenamiento y conservación, incluida la preservación de la legibilidad; control de cambios, por ejemplo: control de versiones y retención y disposición.

La información documentada de origen externo determinada por la organización como necesaria para la planificación y el funcionamiento del sistema de gestión de la innovación, se identifica y controla, según sea apropiado.

El acceso implica una decisión con respecto al permiso para ver solo la información documentada, o el permiso y la autoridad para ver y cambiar dicha información.