La capacidad de las organizaciones para mejorar su desempeño global es reconocida como uno de los principales factores que impulsan el crecimiento económico, el aumento de los niveles de bienestar y el desarrollo de la sociedad. Dicha capacidad de innovación debe considerarse como la principal fuente de ventajas competitivas

La INNOVACIÓN Y COMPETITIVIDAD en las ORGANIZACIONES son el principal argumento de garantía de su permanencia en el mercado, y ésta será mayor en la medida en que las estrategias aplicadas apunten a fortalecer la efectividad en el logro de resultados.

La capacidad de innovación para la competitividad de las organizaciones, bajo un enfoque de procesos involucra crecimiento, cambio estructural y mejoras en la distribución del ingreso. Dicha capacidad se reconoce como un factor clave para el crecimiento sostenido, la viabilidad económica, el aumento del bienestar y el desarrollo de la sociedad.

La innovación es el motor clave para que las organizaciones creen valor a partir de nuevos productos, servicios, procesos o modelos de negocio.

La existencia de una relación entre innovación y competitividad es indudable. Nuevos productos, nuevos procesos y nuevas formas de organizar la producción, cambian cuantitativa y cualitativamente la estructura de la economía y de la sociedad.

Los procesos de aprendizaje, la generación y difusión de capacidades tecnológicas endógenas son elementos de base para un crecimiento sostenido que apunte a mayor inclusión social y a una distribución del ingreso más equitativa.

Estos procesos son altamente específicos en cuanto a contexto geográfico, histórico y cultural; sin embargo hay elementos comunes trazables en la evolución de los sistemas socio-económicos a lo largo del tiempo.

La innovación es un proceso que se da en un contexto donde interactúan diferentes agentes (como son las empresas, los institutos de investigación, las universidades, etc.).

El proceso de generación, difusión y aplicación de nuevas tecnologías o innovaciones no es determinístico, ni lineal.  Las políticas públicas y las organizaciones de apoyo a la tecnología e innovación desempeñan un papel fundamental.